Todo sobre Fragancias y perfumes caseros
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Conoce en tips super salud, todo sobre las fragancias y perfumes caseros que tu debes conocer.
El poder de los perfumes para evocar vivencias y sentimientos es inaudito. Elaborarlos uno mismo es una experiencia que va más allá de lo sensorial.
Las fragancias pueden aportar ese toque sutil que haga del hogar un lugar más confortable para vivir; o convertirse en seña de identidad si se usan como perfume personal. ¿Pero resulta factible elaborar colonias en casa? Depende en buena medida de las materias y los métodos de elaboración elegidos.
Por ejemplo, mezclando agua destilada con diferentes aceites esenciales se obtienen delicadas aguas aromáticas, Si se añade alcohol, la fragancia es más intensa y duradera: el agua de colonia. En las tinturas se mezcla el aceite esencial con alcohol y, por su intensidad, pueden usarse a modo de perfume.
Los aceites esenciales no solo se obtienen de los petalos florales: pueden emplearse raíces (como jengibre), hojas (por ejemplo las de geranio o violeta), frutos (mandarina, pomelo) o incluso maderas (cedro, abedul...). Como hacerlos en casa no es sencillo, suelen adquirirse ya elaborados. Sin embargo, ciertas flores pueden destilarse en casa en pequeña cantidad sin usar un alambique. Se obtiene así un agua que puede usarse como fragancia natural o eu perfumes más complejos. Para ello se necesitan los pétalos de la flor elegida (rosa, jazmín, azahar, caléndula,,,), una olla con tapa, un bol de vidrio, agua destilada, hielo y papel de aluminio. Se dispone el bol en el centro de la olla.
Lo siguiente es esparcir los pétalos alrededor del bol y verter agua destilada sobre ellos hasta cubrirlos, sin que el agua penetre en el bol. A continuación se cubre la olla con su tapa puesta al revés.
Para que no se escape vapor, se recomienda sellar bien la tapa con papel de aluminio. Hecho esto se pone la olla al fuego y, cuando empiece a hervir, se llena la concavidad de la tapa con hielo las veces que haga falta hasta que se consuma el agua destilada, el hielo enfría el vapor y eso condensa el aceite esencial, que cae en el bol y flota sobre agua, también condensada. Podría retirarse con un cuentagotas, pero es más práctico utilizar esa mezcla de aceite y agua, más aromática que la que se obtiene hirviendo la planta.
Las infusiones de plantas aromáticas o especias (romero, cardamomo, canela, clavo...) también ofrecen una buena base para elaborar fragancias caseras añadiendo aceites esenciales.
Los amantes de la lavanda pueden prepararla en tintura introduciendo 250 gramos de sus flores en un bote de vidrio bien limpio. Se añade un litro de alcohol de 96° (de venta en farmacias) , se tapa y se deja macerar un mes, agitando con frecuencia. Pasado este tiempo se cuela el líquido y se guarda en un frasco hermético. Otra opción, de aroma más dulce, es emplear 6 vainas de vainilla cortadas en trocitos.
Crear un perfume es un arte similar al de componer una sinfonía. Pero el perfumista no recurre a instrumentos musicales, sino a aceites esenciales y a la variedad de emociones y sensaciones que despiertan. Una fragancia puede ser floral y delicada, refrescante y cítrica, leñosa y penetrante...
Para ir despertando la sensibilidad aromática es recomendable comenzar utilizando materias primas conocidas y que, además, sean versátiles y puedan combinarse con un buen número de aceites esenciales, como por ejemplo la rosa, el limón o la lavanda. Hacerse con un buen manual que incluya fórmulas para elaborar fragancias también es de gran ayuda al inicio. Una vez se dominen las técnicas y se haya despertado la «nariz» de perfumista, probar combinaciones propias, ya sea para uno mismo o para amigos y familiares, puede convertirse en una búsqueda muy gratificante.
Mira como hacer una fragancia de rosas
Has conocido todo sobre fragancias y perfumes. Sigue conociendo: Receta para hacer agua floral
El poder de los perfumes para evocar vivencias y sentimientos es inaudito. Elaborarlos uno mismo es una experiencia que va más allá de lo sensorial.
Las fragancias pueden aportar ese toque sutil que haga del hogar un lugar más confortable para vivir; o convertirse en seña de identidad si se usan como perfume personal. ¿Pero resulta factible elaborar colonias en casa? Depende en buena medida de las materias y los métodos de elaboración elegidos.
Por ejemplo, mezclando agua destilada con diferentes aceites esenciales se obtienen delicadas aguas aromáticas, Si se añade alcohol, la fragancia es más intensa y duradera: el agua de colonia. En las tinturas se mezcla el aceite esencial con alcohol y, por su intensidad, pueden usarse a modo de perfume.
La escencia del Perfume
Los aceites esenciales no solo se obtienen de los petalos florales: pueden emplearse raíces (como jengibre), hojas (por ejemplo las de geranio o violeta), frutos (mandarina, pomelo) o incluso maderas (cedro, abedul...). Como hacerlos en casa no es sencillo, suelen adquirirse ya elaborados. Sin embargo, ciertas flores pueden destilarse en casa en pequeña cantidad sin usar un alambique. Se obtiene así un agua que puede usarse como fragancia natural o eu perfumes más complejos. Para ello se necesitan los pétalos de la flor elegida (rosa, jazmín, azahar, caléndula,,,), una olla con tapa, un bol de vidrio, agua destilada, hielo y papel de aluminio. Se dispone el bol en el centro de la olla.
Lo siguiente es esparcir los pétalos alrededor del bol y verter agua destilada sobre ellos hasta cubrirlos, sin que el agua penetre en el bol. A continuación se cubre la olla con su tapa puesta al revés.
Para que no se escape vapor, se recomienda sellar bien la tapa con papel de aluminio. Hecho esto se pone la olla al fuego y, cuando empiece a hervir, se llena la concavidad de la tapa con hielo las veces que haga falta hasta que se consuma el agua destilada, el hielo enfría el vapor y eso condensa el aceite esencial, que cae en el bol y flota sobre agua, también condensada. Podría retirarse con un cuentagotas, pero es más práctico utilizar esa mezcla de aceite y agua, más aromática que la que se obtiene hirviendo la planta.
Las infusiones de plantas aromáticas o especias (romero, cardamomo, canela, clavo...) también ofrecen una buena base para elaborar fragancias caseras añadiendo aceites esenciales.
Tinturas sencillas
Los amantes de la lavanda pueden prepararla en tintura introduciendo 250 gramos de sus flores en un bote de vidrio bien limpio. Se añade un litro de alcohol de 96° (de venta en farmacias) , se tapa y se deja macerar un mes, agitando con frecuencia. Pasado este tiempo se cuela el líquido y se guarda en un frasco hermético. Otra opción, de aroma más dulce, es emplear 6 vainas de vainilla cortadas en trocitos.
El arte de las mezclas
Crear un perfume es un arte similar al de componer una sinfonía. Pero el perfumista no recurre a instrumentos musicales, sino a aceites esenciales y a la variedad de emociones y sensaciones que despiertan. Una fragancia puede ser floral y delicada, refrescante y cítrica, leñosa y penetrante...
Para ir despertando la sensibilidad aromática es recomendable comenzar utilizando materias primas conocidas y que, además, sean versátiles y puedan combinarse con un buen número de aceites esenciales, como por ejemplo la rosa, el limón o la lavanda. Hacerse con un buen manual que incluya fórmulas para elaborar fragancias también es de gran ayuda al inicio. Una vez se dominen las técnicas y se haya despertado la «nariz» de perfumista, probar combinaciones propias, ya sea para uno mismo o para amigos y familiares, puede convertirse en una búsqueda muy gratificante.
Mira como hacer una fragancia de rosas
Has conocido todo sobre fragancias y perfumes. Sigue conociendo: Receta para hacer agua floral
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