Tips para una dieta que te cuida
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Conoce en tips super salud, estos estupendos tips para una dieta que te cuida, sana y protege.
1. De la granja a la mesa: es importante comer alimentos lo menos procesados posible, tal como la naturaleza los ofrece, de origen ecológico siempre que podamos, de temporada y de cultivo local. Esto permite evitar el máximo de toxinas, a menudo responsables de los cúmulos extra de grasa y precursoras de enfermedades degenerativas; concretamente evitaremos tóxicos presentes en la comida como herbicidas, pesticidas, edulcorantes artificiales y otros aditivos alimentarios. También es una vía para dejar el mínimo de huella de carbono en el medio ambiente. Buscamos la mayor sostenibilidad para el planeta.
2. Los vegetales son la base: en especial los de hoja verde, pues son depurativos, tonificantes y antioxidantes. Hay que incluir vegetales crudos y vivos (probióticos, brotes y germinados), ya que conservan el máximo de vitaminas, minerales, antioxidantes, enzimas activas y otras sustancias clave para irradiar salud y belleza. Utiliza cocciones a baja temperatura y lentas (horno) o cortas (vapor o salteado). Los ingredientes estrella serán los zumos verdes y los superalimentos (muy nutritivos). Toda esta base permite seguir una dieta alcalina.
3. Evita algunos alimentos: los que te pueden causar irritación, hipersensibilidad en el sistema digestivo, alergia o intolerancia, como el gluten, los productos lácteos y la cafeína.
4. Combina bien los alimentos: esto ayuda a agilizar la digestión, cuidar la flora intestinal, reforzar las defensas, ganar energía, mejorar el estado de la piel, deshincharse y perder o mantener el peso. Te recomiendo que no mezcles los alimentos muy ricos en carbohidratos con los más proteicos y, por separado, sírvelos siempre con vegetales. Por ejemplo, una ensalada de quinoa o filetes de tofu con salsa de cacahuete y verduras al horno.
5. No olvides los ingredientes inmateriales: hay otros factores que forman parte de la vida y que no son comida, pero que nos llenan el alma... o bien secuestran nuestra energía. Básicamente son las emociones generadas en el trabajo, las relaciones sociales, la pareja..., así como la actividad física y la espiritualidad. «Comer limpio» implica realizar prácticas de reconexión con uno mismo y saber establecer límites para conservar el espacio propio. De esta manera seguimos nuestro verdadero propósito y atraemos a nuestra vida aquello que estamos buscando.
1. De la granja a la mesa: es importante comer alimentos lo menos procesados posible, tal como la naturaleza los ofrece, de origen ecológico siempre que podamos, de temporada y de cultivo local. Esto permite evitar el máximo de toxinas, a menudo responsables de los cúmulos extra de grasa y precursoras de enfermedades degenerativas; concretamente evitaremos tóxicos presentes en la comida como herbicidas, pesticidas, edulcorantes artificiales y otros aditivos alimentarios. También es una vía para dejar el mínimo de huella de carbono en el medio ambiente. Buscamos la mayor sostenibilidad para el planeta.
2. Los vegetales son la base: en especial los de hoja verde, pues son depurativos, tonificantes y antioxidantes. Hay que incluir vegetales crudos y vivos (probióticos, brotes y germinados), ya que conservan el máximo de vitaminas, minerales, antioxidantes, enzimas activas y otras sustancias clave para irradiar salud y belleza. Utiliza cocciones a baja temperatura y lentas (horno) o cortas (vapor o salteado). Los ingredientes estrella serán los zumos verdes y los superalimentos (muy nutritivos). Toda esta base permite seguir una dieta alcalina.
3. Evita algunos alimentos: los que te pueden causar irritación, hipersensibilidad en el sistema digestivo, alergia o intolerancia, como el gluten, los productos lácteos y la cafeína.
4. Combina bien los alimentos: esto ayuda a agilizar la digestión, cuidar la flora intestinal, reforzar las defensas, ganar energía, mejorar el estado de la piel, deshincharse y perder o mantener el peso. Te recomiendo que no mezcles los alimentos muy ricos en carbohidratos con los más proteicos y, por separado, sírvelos siempre con vegetales. Por ejemplo, una ensalada de quinoa o filetes de tofu con salsa de cacahuete y verduras al horno.
5. No olvides los ingredientes inmateriales: hay otros factores que forman parte de la vida y que no son comida, pero que nos llenan el alma... o bien secuestran nuestra energía. Básicamente son las emociones generadas en el trabajo, las relaciones sociales, la pareja..., así como la actividad física y la espiritualidad. «Comer limpio» implica realizar prácticas de reconexión con uno mismo y saber establecer límites para conservar el espacio propio. De esta manera seguimos nuestro verdadero propósito y atraemos a nuestra vida aquello que estamos buscando.
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